El ataque mortal contra una mujer identificada como Daily Acosta Oceguera, de 24 años, tiene conmocionado al barrio La Güinera en el municipio habanero Arroyo Naranjo.
“Una vez más, una mujer en Cuba ha muerto de forma violenta en medio de una sociedad marcada por la crisis y la desprotección. Se trata de Dayli Acosta. Deja en la orfandad a tres hijas pequeñas”, señaló a Martí Noticias, Ileana Álvarez, directora del Observatorio de Género Alas Tensas (OGAT).
“Aunque se desconocen los detalles sobre el agresor o las circunstancias exactas de su muerte —ya que el caso se encuentra bajo investigación—, este hecho ha generado profunda preocupación y dolor en su comunidad”.
El Instituto de Medicina Legal determinó que la muerte, ocurrida el 22 de septiembre, por asfixia mecánica presuntamente causada por otra persona.
La joven estuvo en situación de desaparición desde el 22 hasta el 26 de septiembre, cuando su cuerpo fue encontrado cerca de un restaurante del Parque Lenin, en La Habana. Por su avanzado estado de descomposición tuvo que ser enterrado sin ser velado.
Las circunstancias en que murió Daily no han sido esclarecidas por las autoridades, pero la familia apunta a un supuesto agresor, C******, que fue detenido por la policía este domingo, según confirmó a nuestro medio el esposo de la muchacha y padre de sus tres hijas, Lázaro Ambert, quien aseguró que próximamente cumplirían 15 años de matrimonio.
“La asfixiaron con una jaba plástica, eso fue lo que salió en el peritaje. Yo conozco a mi mujer y ella sola no se hubiera hecho eso”, dijo. “Estaba tirada cerca de un río, pero no dentro. Además, le robaron el dinero que llevaba”, relató Ambert.
La especialista destacó que “la muerte de Dayli vuelve a poner en evidencia el vacío institucional en Cuba para proteger a las mujeres, así como la ausencia de protocolos efectivos de atención y prevención ante situaciones de violencia”.
Consideró que, si bien, los investigadores policiales no han dado su versión definitiva de los hechos, se conocen suficientes elementos para declarar que la muerte de la joven de La Güinera fue un feminicidio social que hace referencia al contexto de violencia estructural, cultural y sistemática que permite el asesinato de mujeres por ser mujeres o por motivos de género.
“Es imprescindible que se investigue a fondo este crimen, se identifique al responsable, y se informe con transparencia a la sociedad. No podemos permitir que estas muertes se normalicen ni queden en silencio”, enfatizó Álvarez.
Otra muerte violenta en menos de una semana
En el poblado de Torriente del municipio matancero Jagüey Grande, una familia sufre por el asesinato de Yamila Zayas, de 35 años.
El 26 de septiembre Zayas fue ultimada a puñaladas en su hogar por su pareja, en lo que se presume fue un crimen motivado por celos.
Dejó tres hijos, dos de ellos menores de edad. “La niña pequeña presenció los hechos de extrema violencia y esperamos que sea atendida por el personal profesional requerido”, subrayó Alas Tensas.
Zayas presentó el 25 de septiembre una denuncia formal en la PNR de su localidad pero su agresor no fue debidamente contenido.
“Evidencia la grave falta de protección estatal hacia las mujeres que denuncian violencia. Yamila había presentado una denuncia formal contra su expareja el día anterior a su asesinato, pero las autoridades no tomaron medidas efectivas para contener al agresor”, indicó la experta.
“Este caso refleja la ausencia de protocolos claros de actuación ante la violencia de género y la naturalización de la impunidad que expone a las mujeres a riesgos extremos, incluso cuando buscan ayuda oficial. Situaciones como esta muestran la necesidad urgente de implementar mecanismos de prevención y protección efectivos que garanticen la seguridad de quienes denuncian y de generar un pronunciamiento estatal contundente frente a la violencia feminicida en Cuba”, recalcó.
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